

En su mente, no merece vivir ni una segunda oportunidad. Además, está separado de su familia y sabe que no lo perdonarán ni lo aceptarán. En resumen, ha perdido la esperanza. El hospital donde originalmente la prisión lleva a Edgar no está equipado para manejar a Edgar y su necesidad de un riñón nuevo; por lo tanto, lo trasladan a una nueva instalación.